8 consejos para mantener la piel hidratada este verano

El verano llegó con altas temperaturas y radiación solar, las que contribuyen a que nuestra piel esté “con sed” y sea más susceptible de resecarse, sufrir quemaduras o que puedan aparecer pequeñas lesiones. El tema es que, en verano, las altas temperaturas hacen que se incremente la pérdida de agua del organismo y el riesgo de sufrir una deshidratación es mayor.

A continuación, una guía práctica para mantener la piel hidratada, luminosa y sana en estos meses de calor que se avecinan.

  1. Bebe agua

Entre el 15% y el 20% del agua de nuestro organismo se encuentra en la piel, porcentaje que con la edad va disminuyendo, ya que perdemos la capacidad para retenerla. Por ello, es fundamental hidratarte desde adentro para mantener una piel flexible, firme y elástica.  La recomendación para la población adulta es de 30 cc por kilo de peso, o sea una persona que pesa 60 kilos requerirá 1,8 litros. En líneas generales, se habla de 6 a 8 vasos de líquido diarios, entre los que se incluyen el agua, infusiones de hierbas, jugos, bebidas y jalea (idealmente sin azúcar).

  1. La alimentación es clave

Para formar nuevas células y mantener nutrida nuestra piel, es esencial llevar una dieta equilibrada y variada en proteínas, vitaminas y ácidos grasos. Trata de incluir más verduras y frutas, ya que su contenido en agua es altísimo. Lo mejor del verano es la gran cantidad y variedad de frutas en nuestro país – trata de consumir frutas que contengan gran cantidad de agua como la sandía o el melón. Ahora, si sientes que tu alimentación no es de lo más equilibrada, incorpora suplementos alimenticios que te entreguen los nutrientes que te hagan falta.

  1. Trata de evitar el tabaco

No es nada nuevo, pues es uno de los mayores enemigos de la piel. La nicotina provoca la contracción de los vasos sanguíneos disminuyendo el flujo de sangre y altera la función de la barrera cutánea afectando negativamente su hidratación. Lo deseado aquí es no fumar nada.

  1. Duerme bien

Sabemos que el sueño juega un papel primordial para la salud en general, y estudios indican que también podría afectar a la producción de colágeno, el principal componente de nuestra piel. Importante tratar de hacer el esfuerzo de aplicarse a dormir al menos 8 horas cada noche.

  1. No abuses del sol

El sol es lo que más reseca nuestra piel y el mayor responsable de su pérdida de agua. Una sobreexposición crónica produce una degeneración del colágeno y la elastina. No es fácil no exponerse al sol, pues es muy rico estar con un tono más saludable, pero recuerda que es fundamental aplicar un foto protector solar a diario de mínimo un FPS 30+. También es imprescindible evitar las horas centrales del día, al igual que no dejarse engañar por los días nublados porque recibimos la misma radiación ultravioleta.

  1. Deja que tu piel respire

Trata de adoptar el hábito de nunca irte a la cama con la cara ‘sucia’ o maquillada. En otras palabras, acuérdate de limpiarte el rostro todas las noches, aunque no hayas ocupado maquillaje. No hacerlo hace que tu piel tenga más problemas para ‘respirar’.

 

 

  1. Exfolia tu piel

La renovación celular y la descamación también se ralentizan con el paso de los años, lo cual provoca un aspecto más seco y que comiencen a aparecer arrugas. Algunas células muertas no se renuevan y, al interrumpirse la correcta comunicación intercelular, la piel se deshidrata y pierde densidad. Se produce una barrera que acumula toxinas y que impide una correcta oxigenación.

La exfoliación permite eliminar el exceso de células muertas, con lo que regeneramos el estrato córneo y mejoramos la capacidad de hidratación de la piel, ya que podrá absorber mejor los principios activos de las cremas hidratantes.

 

 

  1. No olvides combinar productos hidratante y humectante

Es fundamental partir el día con una buena rutina de cuidados. Para una mejor retención de la hidratación de tu piel, recomendamos aplicar tus productos, en el siguiente orden:

  • Primero limpia tu piel;
  • Luego, aplica un tónico hidratante con activos como el aloe vera y ácido hialurónico;
  • Con la piel levemente húmeda, aplica tu crema hidratante o un sérum con activos como ácido hialurónico, glicerina y otros activos similares, cuyo objetivo es entregar hidratación a la piel;
  • Sella con un buen aceite facial para “atrapar” la hidratación y evitar que el agua de tu piel se evapore gracias a que los aceites permiten recomponer el manto hidrolipídico de la epidermis;
  • Termina aplicando un factor solar con una protección mínima SPF30.

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